Hace un par de meses que hicimos un retiro de meditación con Dhiravamsa que trataba el tema de hacerse amigo de la sombra. En medio del retiro hicimos una serie de trabajos precisamente para acercarnos cada uno a nuestra propia sombra - tanto la oscura como la dorada – trabajos que incluían dibujarlas y escribir sobre ellas. Aunque este dibujo no sobresale en cuanto a méritos artísticos, sí refleja lo que yo pude ver en aquel momento de mi sombra oscura, una imagen que venía acompañada del estribillo de la canción de los Rolling Stones, Paint It Black (Píntalo De Negro, ver más abajo), dando pie al texto que viene a continuación, y ayudándome a abrirme a mi sombra, ¡por muy fea y negra que sea!
Últimamente el momento en el que mi sombra oscura sube con más fuerza a la superficie es justo después de la siesta. Todos los días duermo o por lo menos me quedo dormitando media hora. Y a menudo cuando despierto me siento abrumado por un humor negro. Hasta hace muy poco ni siquiera prestaba mucha atención a esto sino que intentaba abrirme camino voluntariosamente hacia un mejor estado de ánimo, lanzándome a la actividad, como por ejemplo mis estudios como si no hubiera ocurrido nada y esperando que el humor negro se disipase. Y finalmente lo hace, pero no sin antes dejar extenderse su huella, día tras día, en mi conciencia y, supongo, en mi entorno.
Así que en los últimos días he tomado más conciencia de este humor, procurando estar con él y observarlo, para intentar llegar al fondo del asunto. En un primer momento se me antoja como un pozo sin fondo y luego la imagen se muda y parece como si se extendiesen hacía mí tentáculos oscuros y pesados de algún pasado remoto, con él que ni siquiera puedo, o quiero, conectar conscientemente. Mutatis mutandis, se presenta como una fuente de tinta venenosa, como si alguna ruptura en el tejido de mi vida actual dejase filtrarse a la tinta para pintarlo todo de negro.
Entonces mis sub-personalidades desheredadas, como el saboteador, el juez y el pesimista alzan sus voces e insinúan sutilmente, sin que esté yo plenamente consciente de ello y prevenido, que mi vida no tiene significado, o que no éste encaminado hacia ninguna parte, que nunca tendré éxito, que lo he estropeado todo, que me traicionaron o me mintieron, o – lo más insidioso de todo – que sea lo que sea que me haya ocurrido de malo en mi vida, yo debo haber hecho algo para merecerlo.
Así que mi sombra oscura en realidad se asemeja a alguna criatura mítica y subacuática, acechando en las profundidades, tendiendo sus tentáculos hacia la superficie y expulsando su tinta ponzoñosa para pintarlo todo de negro mientras no le hago caso.
Ahora sí que te estoy prestando la atención que exiges, ya no quiero escaparme o esconderme de ti, ya estoy dispuesto a mirarte a la cara y sonreírte, a restituirte y abrirte mis brazos para que no sufras más, para que no suframos más.
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