
María ha estado haciendo un curso de masaje todo el año y yo de conejillo de Indias para que practicara conmigo. Ahora durante el último mes también me he animado a aprender, ya que los dos acudimos a un curso de masaje ayurvédico con Natalia González Sañudo en A Coruña. Esto significa, entre otras cosas, que ya puedo empezar a devolverle masajes, después de haber recibido tantos. En un principio, me sentía un poco fuera de lugar, ya que nunca me había planteado aprender algo así y además me resultaba complicado aprender las secuencias y combinaciones. Pero en un momento dado dejé de pensármelo todo y me dejé llevar, diciéndome algo así como que "qué más da si no lo hago perfecto, voy a intentar sentirlo y fluir". A partir de ese momento empecé a disfrutar mucho más dando el masaje y creo que María también disfrutaba más recibiéndolo.