lunes, febrero 26, 2007

Meditación Dinámica

El otro día estaba escuchando una entrevista en Integral Naked con Michael Monroe, un músico estadounidense que en su juventud estuvo durante 7 meses en la comuna de Osho en la India. Hablaba, entre otras cosas, de la meditación dinámica que aprendió allí y de cuanto le había valido. Se trata de una técnica inventada por Osho específicamente para las personas occidentales modernas, que estamos permanentemente pensando y haciendo cosas. Consta de 5 fases muy activas. En la primera, se hiperventila, respirando sólo por la nariz, acumulando una carga de energía en el cuerpo y cambiando constantemente el movimiento para no caer en ningún ritmo fijo. En la segunda, se explota, se suelta toda la energía reprimida, se da permiso para expresar rabia u otras emociones contenidas con el cuerpo, sacudiéndolo, pegando cojines, saltando, o con la voz dando gritos, gimiendo, de la manera que sea pero sin control y sin dejar que interfiera la mente. En la tercera, se levantan los brazos y se salta rítmicamente en el mismo punto a la vez que se lanza un grito rítmico del mantra ‘Ju’ desde el vientre, canalizando energía desde el segundo chakra hacia el cielo. En la cuarta, se queda quieto, siempre con las manos hacia el cielo, en el mismo punto, congelado, observando todo lo que se ha movido en el cuerpo y en el corazón, sin juzgar, aceptando. En la quinta y última fase se baila, celebrando la liberación, abriéndose al amor y al perdón, dando un cierre armonioso al espacio que has abierto para las emociones reprimidas. Todo esto va acompañado de una música compuesta por Osho que se puede adquirir en CD (si no conoces a alguien que te la puede prestar).

Yo aprendí esta técnica hace varios años con Richard Galbraith. Supe desde el principio su utilidad por lo difícil que me resultaba: como muchas otras personas, mi educación y el mensaje implícito de mi entorno en general me han animado a reprimir emociones, a subir a la mente y a intentar controlar a mi mismo y a mi mundo desde allí. Lo que pasa es que por mucho que se reprimen las emociones destructivas no se van, sino que quedan en el trasfondo envenenando la conciencia, contagiándola con subvocalizaciones constantes, murmullos resentidos, reproches subconscientes, voces autocríticas etc, todos los cuales alimentan la neurosis básica que todos sufrimos en menor o mayor grado. Uno puede comentar estas emociones, desde una perspectiva mental, en terapia, con amigos, con la pareja y tiene cierta utilidad a la hora de poder entender y contextualizar la propia vida emocional pero si no se entra en ellas para expresarlas, estas emociones destructivas no se pueden sanar. En cuanto a una práctica meditativa, por lo que he visto en mí y en muchas personas, un trabajo real con la sombra es indispensable – sino la sombra no-tratada impide a uno entrar en el espacio meditativo. Por eso parte de una práctica integral tiene que ser un trabajo real con las emociones, con la sombra, para permitir que uno fluya a través de la vida de un modo más ligero y para poder alcanzar una conciencia más sosegada.

Al escuchar a Michael Moore, me di cuenta que hacia tiempo que no hacia una meditación de esas y de lo bien que me vendría. Realmente lo entiendo casi como una medida de higiene emocional y lo bueno es que una vez que se aprenda la técnica, con un terapeuta o con alguien que tiene experiencia practicándola, uno puede practicarla sólo en casa, con la pareja o con amigos. A mi me sirve como complemento a otras técnicas como el 3-2-1 de la ILP o el proceso Big Mind (que también son buenas pero me parece que tienen una base más mental) y es algo que conozco que puede formar parte de mi práctica cotidiana. Pero también me gustaría saber qué técnicas usan los demás para trabajar con su sombra y sus emociones destructivas. ¿Tú como haces?

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