Hay una entrevista de los años 90 con Ken Wilber en la que afirma que "los bodhisattvas tienen que ser políticos" y desgrana la evolución de su visión, partiendo de una base espiritual y pasando por el abordaje de distintas disciplinas en cadena, desde la psicología transpersonal, luego la sociología, la antropología, y la filosofía para llegar finalmente a la política y a la conclusión de la necesidad del compromiso social y político. Aquí se ven las semillas de lo que acabaría llamando la visión integral, la expansión desde una perspectiva psico-espiritual, de subjetividad interior e individual (el cuadrante izquierda superior) hasta abarcar otras perspectivas colectivas, exteriores e interiores, intersubjetivas y objetivas, los cuadrantes que tienen en cuenta la co-construcción social de la realidad y su evolución en el tiempo, en fin un abordaje filosófico de perspectivas interiores y exteriores, individuales y colectivas, surgiendo en paralelo, que describe con mucho detalle en Sexo, Ecología y Espiritualidad y, de modo mucho más accesible, en Breve Historia de Todas las Cosas. Para mí este último y el posterior Una Teoría del Todo, donde trata entre otras cosas la política integral, constituyen la bibliografía básica para introducirse en la original kosmovisión de Wilber.
Yo llevaba años interesándome por la política, por la meditación, por la psicología a la vez que luchando con mis fantasmas particulares. De modo que cuando empecé a leer a Wilber, lo que más me movió era esa visión integradora de la política, de la espiritualidad, de la evolución sociohistórica, esa metaperspectiva que ofrece la posibilidad de recuperar los aspectos saludables de las principales cosmovisiones - la tradicional (familia, ley, orden, los mitos), la moderna (el raciocinio, la visión ciéntifica, el individualismo emprendedor) y el postmoderno (lo multicultural, el pluralismo y el relativismo) - para plasmar una transformación en nuestro mundo, tanto por dentro como por fuera, para que seamos cada uno de nosotros el cambio que queramos ver en el mundo, como decía Gandhi. Y a la vez que iba conociendo esta nueva manera de ver las cosas, me acuerdo de escanear el horizonte mediático a la búsqueda de exponentes de esta visión, pensando ¿donde están las voces que necesitamos ahora en tiempos de crisis?, queriendo creer que ya se vislumbraban y luego sintiendo decepción al ver la tozudez de los hechos, de los viejos patrones de violencia, abuso y crueldad en el mundo.
Algo de todo esto se ha movido en mi al asomarme desde el otro lado de la aldea global a la campaña electoral en Estados Unidos, abrazando la esperanza de que el cambio que prometía Barack Obama pudiese ver la luz y que diera lugar no a otro cambio horizontal más, otro cambio de la vieja guardia, donde una visión demasiado estrecha para las circunstancias se reemplaza con otra no menos limitada, sino a una auténtica evolución, el reflejo de la incipiente transformación global de la conciencia humana que será seguramente lo que vamos a necesitar como especie para superar los retos que se avecinan. Será por todo esto que este bodhisattva se conmovió tan hondamente esta mañana al escuchar el discurso conciliador y esperanzador de Obama, en el que incidía una y otra vez en el cambio que necesitamos y que, sí, podemos efectuar. Sí, se puede. Yes, we can.
Yo llevaba años interesándome por la política, por la meditación, por la psicología a la vez que luchando con mis fantasmas particulares. De modo que cuando empecé a leer a Wilber, lo que más me movió era esa visión integradora de la política, de la espiritualidad, de la evolución sociohistórica, esa metaperspectiva que ofrece la posibilidad de recuperar los aspectos saludables de las principales cosmovisiones - la tradicional (familia, ley, orden, los mitos), la moderna (el raciocinio, la visión ciéntifica, el individualismo emprendedor) y el postmoderno (lo multicultural, el pluralismo y el relativismo) - para plasmar una transformación en nuestro mundo, tanto por dentro como por fuera, para que seamos cada uno de nosotros el cambio que queramos ver en el mundo, como decía Gandhi. Y a la vez que iba conociendo esta nueva manera de ver las cosas, me acuerdo de escanear el horizonte mediático a la búsqueda de exponentes de esta visión, pensando ¿donde están las voces que necesitamos ahora en tiempos de crisis?, queriendo creer que ya se vislumbraban y luego sintiendo decepción al ver la tozudez de los hechos, de los viejos patrones de violencia, abuso y crueldad en el mundo.
Algo de todo esto se ha movido en mi al asomarme desde el otro lado de la aldea global a la campaña electoral en Estados Unidos, abrazando la esperanza de que el cambio que prometía Barack Obama pudiese ver la luz y que diera lugar no a otro cambio horizontal más, otro cambio de la vieja guardia, donde una visión demasiado estrecha para las circunstancias se reemplaza con otra no menos limitada, sino a una auténtica evolución, el reflejo de la incipiente transformación global de la conciencia humana que será seguramente lo que vamos a necesitar como especie para superar los retos que se avecinan. Será por todo esto que este bodhisattva se conmovió tan hondamente esta mañana al escuchar el discurso conciliador y esperanzador de Obama, en el que incidía una y otra vez en el cambio que necesitamos y que, sí, podemos efectuar. Sí, se puede. Yes, we can.
5 comentarios:
Magnífico artículo, ¿me permites que lo reproduzca en mi blog, Espiritualidad y Política, citando autor, fuente, enlace?, yo también conozco la obra de Wilber y por eso me parece muy interesante que desde esa visión se opine sobre la victoria de Obama,
saludos cordiales de Cristóbal
A mí de Obama me gusta especialmente el sentido colectivo, la idea de que cada persona tiene su responsabilidad y su posibilidad de contribuir al crecimiento colectivo. Ahí veo el auténtico camino, porque esa energía nos acompaña siempre, queramos o no, nos lo reconozcan o no.
Gracias por el artículo.
Carlos
Estimado Stuart,
Llegué a tu excelente post a través del blog de Cristobal: Espiritualidad y Política.
Soy un fervoroso lector de Wilber, a quien llegué luego de haber profundizado mi conocimiento sobre Jean Gebser, precursor de Wilber. Te pido autorización para reproducir el post en mi blog Humanismo y Conectividad
Ojala no tengas problema.
Además ya te incluyo en mi blogroll.
Muchos saludos desde Chile
Andres
Aquí llego siguiendo el camino de la conectividad-
Creo que si, que lo que nos indica Wilber se podría transformar en "la "nueva vía dentro de la forma de hacer política. Desearía que la gente de la que se rodeara tuviera que ver mas con este pensamiento pero por lo que veo no es así.De todas forma suma y debemos estar atentos para rescatar lo nuevo y descartar lo que huele a naftalina
Muy buen blog! Felcitaciones!
Adriana
Aquí llego siguiendo el camino de la conectividad-
Creo que si, que lo que nos indica Wilber se podría transformar en "la "nueva vía dentro de la forma de hacer política. Desearía que la gente de la que se rodeara tuviera que ver mas con este pensamiento pero por lo que veo no es así.De todas forma suma y debemos estar atentos para rescatar lo nuevo y descartar lo que huele a naftalina
Muy buen blog! Felcitaciones!
Adriana
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